En una ciencia tan experimental como la Enología, llega un momento en que no vale con escuchar a los grandes maestros ni buscar apoyo en los grandes libros, debes hacerlo tú mismo.
El desenlace de una intensa aventura en diferentes lugares del mundo que siempre tuvo el propósito de ser una botella de vino de las que quedan en el recuerdo.
“La vida es sueño, y los sueños, sueños son…” – Pedro Calderón de la Barca.
Todo influye: El suelo, la microbiología, el clima, la variedad: TINTA DE TORO… qué, cuándo y cómo hacemos las labores en campo…una enorme cantidad de factores, no siempre controlables, que determinan las características de la uva en un momento tan crítico como LA VENDIMIA. Viñas muy viejas diría yo. La viña más joven tiene 40 años y la más vieja está registrada en 1.920…probablemente anterior, ninguno de nosotros estaba allí cuando se plantaron.
Controlamos todo el proceso de manera integral, desde el viñedo a la copa. 20 hectáreas de viñedo familiar y 10 hectáreas de viñedo prestado que cuidamos como propio. Situadas en la Vega de Toro, en Valdefinjas y Bardales.
Posiblemente la región más particular de la Ribera del DUERO. Provincia de Zamora.
La viña es la razón de ser de todos nuestros vinos, nuestro más valorado patrimonio después de nuestros clientes.
Podríamos ser vignerones o cualquier otra moda, la realidad:
“SOLDADOS DE LA VIÑA, EL VINO Y LA CIUDAD DE TORO”.
Tinta de Toro (no tempranillo)
De 40 a más de 100 años
Máximo 5.000 KGS/HA.
Las condiciones de la región de Toro se caracterizan por un clima continental extremo con influencias atlánticas, de carácter árido:
Precipitaciones: En torno a 300 litros ANUALES.
Temp. media anual: 12-13ºC (DESDE -11º a 37ºC)
Horas de sol efectivas: 3.000 incluso más
Índice heliotérmico: 4,23
Ciclo vegetante de la vid: 230 días (aprox.)
“Amor mio, de pronto
tu cadera
es la curva colmada
de la copa,
tu pecho es el racimo,
la luz del alcohol tu cabellera,
las uvas tus pezones,
tu ombligo sello puro
estampado en tu vientre de vasija,
y tu amor la cascada
de vino inextinguible,
la claridad que cae en mis sentidos,
el esplendor terrestre de la vida.”
– Pablo Neruda.
La vendimia se realiza siempre a mano. Es transportada en cajas de menos de 15 kgs, clave para los vinos de calidad.
El dispositivo cortador de uva se forma cada año con un grupo de amigos de lo más variopinto. Un eslabón esencial en este hacer.
Todos nuestros vinos se hacen seleccionando en campo y desde la brotación del viñedo las uvas que aportan las características que buscamos: frescura, fruta no sobremadura, buena acidez y un tanino digamos civilizado (TORO RULES!)…y el equilibrio, siempre el equilibrio.
Somos una bodega muy JASP (JÓVEN AUNQUE SOBRADAMENTE PREPARADA) Esto permite conocer muy bien cada parcela y elegir el momento óptimo de cosecha. Ahora el refractómetro es el rey. Una corta pero intensa experiencia haciéndonos mayores entre estas viñas nos da la mejor información posible para que la intuición nos ayude a tomar decisiones en estos momentos tan críticos.
Tener viñedo propio nos permite no depender de los malabarismos del mercado.
La primera selección se hace en viñedo. Vendimiamos nuestra propia uva y hacemos nuestro propio vino, estamos locos. Si la uva no es apetecible como para comerla, no la cortes, eso no es para nosotros.
No en vano, hay una segunda selección antes del despalillado para eliminar posibles residuos vegetales como hojas o sarmientos.
El vino se hace en la viña? Eso es muy discutible, de momento, la materia prima, fundamental, llega en las mejores condiciones a la bodega. Ponemos nuestro mejor esfuerzo para conseguir que cada vendimia sea la mejor de la historia.
Rezar está permitido.
Hacer vino es una cuestión artística. Así como el objetivo del arte es imitar la naturaleza…”sino imitando el modo en que ésta lo hace”, en la bodega buscamos incansablemente imitar y transmitir todo lo que la viña nos ofrece.
Todo muy creativo en realidad.
La enología, ciencia de pequeños detalles, está determinada por muchos factores que influyen en la calidad y percepción de un vino en la copa. Finalmente, la única recompensa es la satisfacción del consumidor.
Vino natural. Artesano.
Intervencionismo mínimo.
Diferentes tiempos en
barricas de roble.
Elaboración
y etiquetado manual.
Me considero un privilegiado por poder trabajar en total libertad, sin ataduras, con verdad.
Una interpretación personal de vino natural y artesanal sin certificaciones ni limitaciones.
Apoyados en la ciencia y las modernas tecnologías como herramientas importantes de elaboración.
Vinos libres que expresan todo lo que nos da la viña, sin artificios.
¿El vino se hace en la viña?
Te invito a venir a la bodega para que lo descubras.
Todas estas buenas palabras no son marketing gratuito. Aquí seleccionamos, loteamos y trabajamos la uva en pequeños depósitos de 1.000 kilos.
Conociendo las distintas características de la viña o zona de la parcela de donde vienen. Durante el proceso no utilizamos grandes y terroríficas máquinas que maltratan la uva.
Siempre tratando la materia prima con cariño durante todas las fases. Bazuqueos manuales (pigeage o punching down) durante la maceración, extracción y fermentación…a una temperatura muy controlada gracias a la buena inercia térmica de los pequeños depósitos.
Las fermentaciones, tanto alcohólica como maloláctica, se llevan a cabo con microorganismos indígenas que vienen de la viña, que aportan mucho carácter de Terroir y que sin duda, son buena parte de la diferenciación entre unos vinos y otros.
Uso de gases inertes para los trasiegos.
Decantaciones y estabilizaciones naturales.
La gravedad es de nuestro equipo.
Conseguimos la acidez buscada con la mezcla de vinos, nunca con adiciones externas….Solo añadimos una parte muy moderada de sulfuroso para dormir tranquilos.
Tras la fermentación: maceraciones de 10 a 20 días, dependiendo del tipo de uva y el tipo de vino buscado.
El vino se prensa de manera muy leve. Con unos rendimientos muy bajos que permiten que todo el vino resultante sea de primera calidad, vino flor, con la única y no poca diferenciación de la viña de donde proceden.
Todo este esfuerzo para tener diferentes vinos, diferentes colores que pintarán el cuadro de la mezcla final.
Un vino hecho a mano, mucho.
¿Entonces es un vino natural? Natural como nosotros mismos. Ser natural, como ser guapo, no es para presumir.
Barricas de diferentes tamaños, capacidades, tonelerías, tostados… El carácter experimental permite mucho margen en el uso de diferentes maderas, siempre de roble hasta la fecha. Contamos con un parque de más de 300 barricas. No usamos alternativos para el tiempo en barrica, eso son vinos para pinocho.
La pequeña producción facilita el control individual de cada barrica, estableciéndose estilos desde el primer momento que conformarán la mezcla final. Con una trazabilidad detrás que permite conocer de qué parcela procede y en qué condiciones ha sido vinificado. Apenas barricas nuevas, se busca redondez en el vino, que esté en su punto óptimo no demasiado lejos en el tiempo. La barrica no es una peluca para cubrir la alopecia, es una fina profesional del estilismo que colocará de la mejor manera lo que ya tenemos.
Barrica por barrica
Roble hasta la fecha
Tamaños, tostados...
Estamos aquí, en Toro (Zamora).
La nueva bodega se sitúa en el km 3,3 de la carretera que une Toro con Alaejos comunicando también con Villafranca de Duero y Castronuño a su paso. Tenemos la suerte de escuchar al Padre Duero cada día en nuestra bodega. Un privilegio poder inspirarnos con el sonido del río para tratar de hacer el segundo mejor vino del mundo, aquí, en Toro.
“Río Duero, río Duero, nadie a acompañarte baja; nadie se detiene a oír tu eterna estrofa de agua.” – Gerardo Diego. 1922.